Somos dos solitarios jugando a las casitas
El otro día él cocinó sopa de verduras a las once de la
noche
En una pequeña cacerola
En su cocina llena de tierra, semillas, y larvas para los
peces
Cocinaba mientras elegía música, chateaba y hablaba
Le di vueltas al contenido de la olla y se enfadó
La otra vez que jugamos a las casitas y cocinabas tú
Yo no toqué tu olla, parecía decirme
Somos dos solitarios que arrastran comidas solitarias
Sueños, películas y despertares solitarios
Y que pierden los nervios cuando alguien remueve
El contenido de sus ollas.