sábado, 24 de abril de 2010

Somos tan especiales para el facebook
Que nos llama por nuestro nombre
Selecciona nuestras mejores fotos
Y nos recuerda al despertar
que la carrera del espionaje está subestimada

Una vez el facebook reclamó mi atención
Me pidió un poco más de compostura
Del otro lado legañas
Ojeras y resaca de domingo

Colgué unos cuantos videos
Etiqueté fotos
diseccioné nuevos contactos
Y lo dejé tan hastíado
con mis tonterías de quinceañera
Que conseguí aplazar la discusión
Hasta mañana

viernes, 23 de abril de 2010

Para que no me juzguen las calabazas de Halloween
les apago las velas de su interior
y echo a correr
todo lo rápido que puedo
me agito
paso por encima de su cabeza de buñuelo
que sabe a mouse de limón y a aceite
y se esconde detrás de una mascara de Frankestein
paso a gran velocidad
debiera haberme parado a moderla
pero no puedo porque soy todas esas calabazas apagadas

domingo, 18 de abril de 2010

Llevaba la ropa echa harapos y el pelo con una cresta estúpida terminada en espiral. Me acuerdo de tu risa mientras lo mirábamos desde la ventana, la arena se metía por los ojos, se columpíaba en los balcones, bailaba con los calzoncillos tendidos, todos boxers, todos con dibujos modernos y llamativo colorido

Las mañanas de domingo asomada a tu ventana fumando un cigarro

Huele a café pero desde luego no al que preparas tú

Te abrazo con las piernas enrrolladas a tu cuerpo

Te doy lenguetazos en la cara que te fastídian

Resuelves crucigramas y toses

Pero no puedes ser feliz,

No puedes permitir que pase nada de esto.

martes, 13 de abril de 2010

De la lata de sardinas el aceite resbalaba
Se untaba y se confundía, entre sus poros plateados
Se perdía entre mis dedos como se pierden los días de futbol y bata
quisiste llorar todo ese alcohol
Que no cabía en el reducido mar artificial
Bombeándose en el estómago
El cadaver de las sardinas fluía entre los jugos gástricos
El malsano olor del alcohol
En tu boca en tus dientes
Somos algo así como mierdas de plástico expuestas
En los escaparates de lujosas avenidas parisinas
Todo el mundo se nos queda mirándo atónitos a través de los cristales
Somos esa maravilla de diseño singular
Somos únicos como esas mierdas de plástico apiladas
Una encima de otra
Y todavía tenemos la arrogancia de creernos especiales
Cuando nos miran a los ojos etilicos rujiendo
Pero esas mierdas también sienten nostalgia
Y enseñan a sus hijos a contar meses con los nudillos
Y van al trabajo con esa canción en el mp3
Con la que abrazaron a otras mierdas de plástico
Y todas sin distinción son graciosas en su humorística tosquedad

  La sangre se confunde detrás de los focos, ya no es roja, ya no es sangre. Las balas se equivocan al salir de las armas, ya no es ca...