lunes, 29 de octubre de 2012






La otra noche soñé que estábamos tomando una limonada

En la terraza de un paseo marítimo.

 
Llevábamos mucho tiempo sin vernos,

Por eso estaba callada,

porque tenía miedo de que te saliera una novia por la boca

Que te saliera así, físicamente, primero la melena rubia

Se abriría paso en tu garganta,

Ahora hinchada como el vientre de la boa cuando engulle a su presa

Después algunos pelos dorados empezarían a filtrarse poco a poco

Entre tus dientes

Surgiendo al tiempo todo el conjunto de su cabeza completa,

Del otro lado de tu boca deformemente enorme

Hasta mostrarse así, pequeña, rubia y hablando inglés.

A mí me da igual, yo no quiero ser rubia, ni mucho menos pequeña

Ni siquiera me interesa hablar inglés

Pero, por desgracia, sí que quiero ser tu novia.

 
Un segundo después aparecemos tumbados en la arena

Porque viste a tu padre en una mesa cercana,

Está conversando con tu entrenador de baloncesto de cuando eras chibolo

Por eso nos escondemos

Porque no quieres ver tu padre, ni ponerte triste
 

Hueles a tierra batida, a alcohol y a moqueta vieja

¡Esto me recuerda muchísimo a nuestra primera noche!

viernes, 19 de octubre de 2012

Metes mano suavecito, antes habías hecho una ecografía por encima de la ropa, palpando, allanando el camino, y después poco a poco, con los deditos tocas piel, tocas hueso, toda mi clavícula señalando arriba. ¡Cómo te extraño! Me giro en la cama y todavía estas ahí abrazando mi polo Nike, cogiéndome la mano, diciéndome: “trépate si quieres”, y yo que me hago un hueco en tu alita, y tu brazo que soporta mi cabeza, con mi cerebro, mi nariz, mi peluca y mis gafas; todas ello cosas que pesan mucho, y yo debajo de tu alita feliz de que te duches a diario, aunque cualquiera lo diría. Y yo que imito esa voz tan ridícula que te salió de la mezcla de tus babas y tus ruinas, y nos reímos, y al rato te vuelvo a imitar, y nos partimos de la risa, y podría estar así toda la noche, imitándote con la  brisa del porro acariciándome suave como tú. Bien podría quedarme así con tu alita como techo.

lunes, 15 de octubre de 2012

Titanic






Así más o menos en esa posición tan ceremoniosa,
Tumbado de espaldas con los pies juntos
Y los brazos cruzados sobre el pecho,
Así te colocaste sobre del palet que nos habían regalado
Yo me tumbé encima de ti, poco más o menos igualito,
Aunque boca abajo;
Al cabo de un tiempo decidí que abriendo piernas y brazos,
Y dejando que tu cuerpo pasara entre ellos, ganaría estabilidad.
También ladeé la cabeza para que mi mejilla quedara a la altura de la tuya.
Tenías razón en eso de que no hacía falta que se sacrificara nadie en Titanic,
Hemos recreado todo tal como se ve en la película
¡Y eso que a ninguno de los dos nos gustó!
Ya sé que es absurdo todo esto de llevar perdidos en el mar
Cerca  de tres años,
Además dejaste de hablarme tras la primera semana,
Podrías decirme algo aún en forma de gruñido...
Tu mejilla se mueve y de vez en cuando tienes erecciones durmiendo
¡Sé que no estás muerto!
¡Podrías hablarme de algo en medio de este puto océano!

  La sangre se confunde detrás de los focos, ya no es roja, ya no es sangre. Las balas se equivocan al salir de las armas, ya no es ca...